El largo año viejo

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  Este es nuestro primer programa del año y éste nuestro primer editorial. Y debería ser un editorial para desear felicidad, éxitos y progresos en el nuevo año. El primer problema está en que eso de la felicidad y el progreso luce cada vez más jabonoso. Y la otra dificultad surge con lo del año nuevo. Uno tiene la sensación de que este mes de enero es como el decimotercer mes del año pasado. Pareciera que el 2013 es un año que se extiende todavía. Y si nos ponemos a ver, el 2013 quizá sea la mera extensión del 2012 y así sucesivamente mientras vamos mirando hacia atrás. Como si fuera un largo año que estamos teniendo los venezolanos, como si el tiempo no avanzara, como si viviésemos detenidos en el mismo punto del lodazal.

  Regresamos al país y nos reciben con los anuncios económicos que, a las claras, sólo indican que vamos derecho a incrementar el caos, la anarquía, esa crisis permanente en nuestra realidad económica, y, por ende, en nuestro ámbito social, político y cultural. En el largo discurso, cargado de comillas e incoherencias, se nos dijo que seguimos siendo ciudadanos de segunda. Hay unos privilegiados que tendrán dólar a 6,30. Cadivi, por lo visto, se va. Se va sin culpables, nadie va a examinar ningún hecho de corrupción. Y los demás nos someteremos a esa suerte de lotería que supone el Sicad.

  Mientras reparaba en el discurso, seguía las reacciones en los tuits que escribían destacados economistas. Ellos daban razones de por qué todos los anuncios que se hacían nos llevaban directamente al despeñadero. Otros, los tuiteros digamos de a pie, manifestaban algo que me llamó la atención: las ganas de irse, la ganas de huir. Un tuit decía: “La única salida a la crisis es ésta”, y colocaba una foto del aeropuerto de Maiquetía. El más elocuente, sin embargo, fue el periodista Sebastián de la Nuez. En el discurso mencionan las comunas, y el periodista escribe: “Hay comunas, como unas ganas de irse”. De lo primero no sé nada, de lo segundo entiendo un poco. Es una pena.

  Ojalá nos quedemos muchos, ojalá nos quedemos todos. Ojalá la sensatez, la cordura, el sentido de la lógica y, sobre todo, de la responsabilidad le toquen la puerta (y la cabeza) a nuestros dirigentes.

  Ojala el año sea nuevo, de verdad.

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Un comentario

  1. Admiro a Cesar Miguel por su profesionalidad y por todos sus mèritos de hecho soy un seguidor de sus programas desde siempre pero este año le sale reclamo, nos preguntábamos en mi casa ¿pensara Cesar que el país se inmovilizò o que sus fieles seguidores de los editoriales,entrevistas,lectura de las principales noticias de los diarios, quedamos congelados por 20 días ?Unión Radio quedó solitaria sin opiniones comprometidas vàlidas y Cesar Miguel aunque fuera entre set y set debería dejarnos caer alguna noticia porque este especialmente este año nos hizo falta,dado que no están en el aire ni Carla ni Kiko tampoco Leopoldo y muchos otros que se la juegan ymenos Marta que solo tiene una columna dominical, el próximo año no nos abandone tanto tiempo Señor.-

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