Entrevista a Ingrid Betancourt: «Solo el centro puede vencer a los extremos Petro y Uribe en Colombia»

 

Ingrid Betancourt ha regresado a la arena política en Colombia y de nuevo aspira a la presidencia de la República. En su primer intento no fue muy afortunada, por decirlo de una manera suave. Desde Bogotá recibimos a la pre-candidata a la presidencial, Ingrid Betancourt.

IB- Gracias por la invitación, que bueno estar con ustedes

CMR- Ha regresado a la arena política en Colombia y de nuevo aspira a la presidencia de la República. En el primero intento no fue muy afortunada. ¿Qué espera usted en esta oportunidad?

IB- En realidad la primera vez que fui candidata presidencial, el camino fue truncado por el secuestro que me propinó las FARC. Fue un secuestro muy largo de de seis años y medio, y después de la liberación  me tocó vivir los años de volver a recuperar mi espacio mental, psicológico y de familia. 20 años después vuelvo a pensar que es posible servirle a Colombia desde la arena política. Es un momento muy particular en mi vida personal y en la vida de Colombia. Por primera vez siento que los destinos se cruzan. Mi vida política siempre había sido de denuncias, era casi un llanero solitario buscando acabar con el sistema de la corrupción, que ha cobrado vidas en Colombia y ha hipotecado el desarrollo de todos los colombianos. Hoy por primera vez veo que los colombianos tienen clara la película, que no se quieren dejar manipular por los extremos, y quieren liberarse de ese secuestro de la corrupción. Es allí donde siento que nuestros destinos vuelven a cruzarse y que es posible para mí servir a mi país.

CMR- Entra usted a un cuadro político no precisamente cómodo. Todas las encuestas se inclinan a favor de Gustavo Petro y muchos ven con preocupación que Petro pueda ser el próximo inquilino del Palacio de Nariño. ¿Tiene usted fuerza y credenciales para frenar a Petro?

IB- Si las tengo. La lectura que hago sobre la presencia de Petro no es tan optimista como la que otros pueden hacer. Él lleva desde hace muchos años en ese núcleo del 25 y 30% del electorado, pero tiene un techo que no le permite subir más. Para mí, el hecho de ser parte de esta coalición de líderes extraordinarios, que son los mejores de Colombia, y todos están comprometidos con desmantelar el sistema de corrupción que tenemos y de desmarcarnos de los dos extremos que para nosotros son exactamente lo mismo. Nosotros queremos que sea el voto de opinión, el voto libre de los ciudadanos, y el voto descontaminado de la corrupción, el que se inserte en las urnas para romper el cerco de la corrupción. Por lo tanto, este centro, que es el espacio político en el que nos movemos, es el único que puede desbancar a cualquier de los extremos, tanto la extrema izquierda representada en Petro, como la extrema derecha, que son los aliados del ex-presidente Uribe. Esto entra en la consideración de que Colombia es mayoritariamente de centro. Es decir, todas las encuestas muestran que los colombianos quieren una opción de centro y no quieren seguir manipulados por los extremos. Es allí, donde pensamos que somos los favoritos en esta contienda.

CMR- Siendo así, su primer inconveniente de importancia está precisamente en el centro, con la precandidatura del señor Alejandro Gaviria, quien recientemente la señaló como una oportunista.

IB- Obviamente él fue atacado por las denuncias que realicé frente a su participación en la coalición. Él tuvo una respuesta con ataques personales a algo que es la violación a un acuerdo. Cuando nosotros conformamos la coalición de centro, hicimos el trabajo necesario de crear una trinchera, de manera que la coalición quedara protegida ante la posibilidad que vinieran a meterse a la consulta del 13 de marzo maquinarias, votos comprados y trampa. Dentro de esta coalición de centro lo que queremos es que los colombianos tengan un espacio político descontaminado de la corrupción.  Es trinchera tiene un protocolo. Es decir, cada candidato de esta coalición que reciba el apoyo de personas que están vinculados a partidos tradicionales y que históricamente han participado en la corrupción, tienen que contar con el aval de la coalición. En este protocolo también está la posibilidad de que el candidato decida que el apoyo que recibe es más importante que estar dentro de la coalición. En ese caso, el candidato puede seguir con esas ayudas que consideramos contraproducentes para nuestro proyecto. Si es así, la coalición debe tomar la decisión de separarse de ese precandidato. Eso es lo que está en juego. Es decir, Alejandro Gaviria aceptó una las condiciones, pero aún así está atacando a los miembros de la coalición porque tiene que rendir cuentas. Él está en una situación muy incómoda porque se develó ante la opinión pública, que los apoyos que está recibiendo, van en contravía de los acuerdos de esta coalición. El ADN de esta coalición es luchar contra la corrupción y la manera en la que ha reaccionado es desafortunada.

CMR- La lógica vista desde el exterior, es que haya una sola candidatura de centro. ¿Por qué usted y no Gaviria, qué tiene usted para ganar el favoritismo de Colombia?

IB- Para hablar en términos americanos, esta coalición se va a presentar a unas primarias. Es el elector colombiano el que va a decidir cuál de todos los candidatos de esta coalición va a representar al centro en las elecciones presidenciales. Es decir, son unas pre-elecciones y por eso para nosotros es tan importante que las reglas del juego sean respetadas. En Colombia hay tres espacios políticos. La extrema derecha, la extrema izquierda y el centro. Los de extrema derecha e izquierda están apoyados por las maquinarias de la corrupción tradicional y para ellos el fin justifica los medios. Esos dos espacios están copados y todas las maquinarias del clientelismo y el voto comprado llega a esos dos extremos. Nuestro diferencial genético y político, es que lo único que convocamos es el voto de opinión. Aquí no hay maquinarias, trampa ni voto comprado. Si nosotros aceptamos que entren personas de otros bandos, estamos metiendo al lobo dentro de las ovejas. Por eso, este debate es muy importante para nosotros.

CMR- La pregunta que sigue, se me hace inevitable. ¿De llegar usted a la presidencia de Colombia, qué relaciones tendrá con Nicolás Maduro y qué hará con los venezolanos que se encuentran en territorio colombiano, que ya son cerca de dos millones?

IB- Nosotros tenemos un compromiso moral con los venezolanos. Hay que abrirles nuestra casa, darles seguridad y apoyo. Hay que darles un espacio donde no tengan que llegar a delinquir para sobrevivir, que ese es uno de los problemas fundamentales que estamos enfrentando. Ante todo, hay que cumplirle a nuestra vocación de unidad latinoamericana y de hermandad entre países vecinos. Nosotros consideramos que de la misma forma que Venezuela le abrió a los colombianos sus fronteras, cuando nosotros estábamos en dificultades por la violencia, nosotros debemos hacer hoy lo propio. Ahora, qué hacer con Maduro y su gobierno, con el cual tenemos profundas diferencias, es algo diferente. Se está debatiendo en el mundo entero desde la ONU, que Colombia restablezca relaciones con Venezuela. Obviamente, que eso es lo ideal, pero nosotros tenemos un problema muy de fondo con Venezuela, porque está amparando a la delincuencia organizada colombiana, a las disidencias de la guerrilla, y a las organizaciones delictivas que desde terreno venezolano agreden a Colombia. Esa es una realidad que nosotros no podemos obviar. Hay una responsabilidad grave, que está ligada con el narcotráfico. Por lo tanto, es un debate muy de fondo y tiene que haber señales de cambio, como por ejemplo la captura y entrega de los cabecillas de estas organizaciones y extraditarlos hacia Colombia.

CMR- Hace unos cuantos años leí sus memorias del secuestro «No hay silencio que no termine». Es un libro estremecedor, a mí me impactó profundamente. Cuando se lanza a la presidencia por primera vez tenía 40 años y era desconocida para buena parte del mundo, no me atrevo a decir que era desconocida en Colombia, eso no me corresponde. 20 años después, es una personalidad que adquirió relieve mundial y planetario. El presidente Sarkozy la recibió y Europa sale causa por usted, y sale en libertad. Ahora, tiene 60 años y vuelve a aspirar. ¿La mujer que con candidez fue a San Vicente del Caguán buscando el voto, quén es hoy en día luego de lo vivido? 

IB- 20 años no pasan en vano y adicionalmente 20 años vividos como los que me tocó a mí. He pagado un precio muy alto por combatir el sistema de corrupción que impera en Colombia. El secuestro que me realizaron es directamente ligado a esta situación. Me fui a San Vicente del Caguán  y era una candidata joven, pero muy conocida en Colombia. Tenía un sistema de seguridad muy importante, pero el gobierno decide que para llegar a San Vicente del Caguán me tengo que despojar de mis escoltas. Eso fue un acto de corrupción que afectó mi vida. Lo que quiere decir, es que uno tiene que mirar la vida como un vector. Las decisiones que uno toma conscientes o inconscientes, son el vector de la vida de uno. La Ingrid de hoy sigue ese mismo vector. Obviamente, hay cambios muy de fondo, de priorización, de lugar, de tiempo y obviamente hay otras maneras de operar. Ya no estoy sola en esta batalla, porque todas las personas que conforman la coalición están comprometidas en la lucha contra la corrupción. Le ofrecemos a Colombia un verdadero cambio. No obstante, siguen las mismas banderas y la necesidad de luchar contra la corrupción, porque eso afecta a todos los colombianos y a todos los niveles. No solo es el hambre y la falta de oportunidad, de educación y salud, es como las riquezas de Colombia se van por un barril sin fondo y caen en las manos de personajes oscuros, que porque tienen favores políticos acceden a la renta de la nación. Esto es muy grave, hablo de corrupción ilegal y legal, es decir esa corrupción que se hace desde el gobierno y se tramita desde el Congreso, para darles beneficios a los amigos. El vector de mi vida, es desmontar el sistema de corrupción en Colombia. Eso es a lo que yo aspiro. Por eso, es importante que este sea un proyecto colectivo. En este sistema, cualquiera que se interponga y le haga frente a la corrupción, inmediatamente es atacado. El hecho de tener un espacio de seguridad a los que quieren combatir la corrupción y tener un espacio para hacer política real, es una de las novedades para este tiempo de la política en Colombia.

CMR- Por lo que veo, fue víctima de un acto de corrupción y por ello se produjo el secuestro ¿Se ha arrepentido de algo en estos últimos 20 años?

IB- Uno se arrepiente de muchas cosas en lo personal y lo político. Hubo muchas cosas que tuve que revisar y todo eso debe ser capitalizado. Uno de mis errores cuando fui congresista, fue atacar a la corrupción de manera personal. El país me apoyo mucho porque me levantaba en el Congreso y denunciaba con nombre propio a quienes estaba delinquiendo en ese momento, desde el presidente de la República hasta abajo. La reflexión que tengo, es que se denuncia a una persona y va a la cárcel, pero viene otro y la reemplaza. Este es un tema que es sistémico y el método de enfrentarlo ha cambiado. No me interesa personalidad ni señalar a individuos. Hay que combatir al sistema desde su origen, desde las elecciones, el ciudadano y luego dese el gobierno, desmantelando las organizaciones delincuenciales. Para eso se necesita voluntad política.

CMR- Ingrid, le agradezco mucho estos minutos en el programa de hoy, ha sido ustd muy gentil 

IB- Le agradezco mucho César Miguel, un abrazo a todos sus oyentes. 

CMR- Ingrid Betancourt de nuevo en la carrera por la presidencia. Nos habló desde la ciudad de Bogotá. 

Estas fueron las declaraciones que dio la pre-candidata a la presidencia de la República de Colombia, de  la “Coalición de la Esperanza”, Ingrid Betancourt, al programa radial Día a Día, conducido por César Miguel Rondón.

 

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