Los vidrios rotos

[soundcloud id=’134043116′]

Los estudiantes están en la calle. Ya son varios días de manifestaciones. Manifestaciones que, por órdenes expresas de Nicolás Maduro, han sido reprimidas de manera feroz. La magistrada emérita Blanca Mármol de León dice en El Nacional: “Estamos ante un terrorismo de estado”. “Las ONG denuncian violación del marco jurídico y de Derechos Humanos en actuaciones contra los manifestantes”. Ya bastante se ha dicho, la situación se le va de las manos al señor Maduro y éste, dadas sus carencias y falta de liderazgo,  lo único que tiene es la represión como opción.

  Víctor Clark es el joven Ministro de la Juventud, y curiosamente no repudió para nada las detenciones arbitrarias que se han hecho contra los jóvenes que manifiestan. Este jovencito Ministro Clark dice: “Unos burguesitos manos blancas fascistoides de Caracas, quieren pretender alterar el orden. Ningún burguesito pendejo le va a decir a lo jóvenes cuál es el camino de la patria porque el camino de la patria lo marcó Chávez el 4 de febrero de 1992”. Y llama a enfrentar las protestas. Es decir, Clark lo que esta promoviendo es que a las manifestaciónes de los jóvenes que protestan, les salgan las de los jóvenes oficialistas para enfrentarse, para caerse a pedradas y vaya usted a saber con qué otra armas. Esa es la noción de la convivencia que esta llevando adelante un gobierno desesperado y sin rumbo claro en nada.

   A todas estas, ¿Quién manda a quién? Esto lo publicó el semanario La Razón:

  El relajo es muy grande, las instituciones inexistentes solo así se explica lo que sucede en un país donde el presidente de la Asamblea Nacional, órgano político por excelencia, es un militar en funciones. ¿O no? Porque todo parece apuntar a que es así. Recién ascendido a un grado superior, de Teniente a Capitán, Diosdado Cabello se uniforma cuando quiere, sin cumplir con el reglamento. Es parlamentario y a su vez es militar activo, funciones de por sí incompatibles. Es jefe de partido y también ejerce funciones policiales que no le competen. Se traslada de Caracas a Táchira o Apure para dar, dirigir y supervisar supuestas acciones en contra del contrabando y del acaparamiento. Cabello da órdenes y arengan oficiales de mayor y menor jerarquía, en las instalaciones castrenses, todo ante la complicidad del alto mando militar del país, con Nicolás Maduro como testigo inherente y el país como patético escenario. ¿Es el Capitán Cabello el hombre que manda en Venezuela? De facto parece ser así. Todo sucede, además ante un Maduro que ni siquiera ha podido ocupar la residencia presidencial de La Casona, que a casi un año de la muerte de Chávez sigue ocupada por los hijos del fallecido presidente.

  Esta nota editorial, para leer entre líneas, nos da cuenta de lo que está ocurriendo. Hay un desmadre evidente en el sector oficialista. Y la pena terrible es que también lo hay, por lo visto, en el sector opositor. Hoy el 2001 dice: “Toma y dame en la MUD por protestas”, y tenemos un enfrentamiento entre los líderes opositores sencillamente inadmisible en estas circunstancias.

  Se le fue de las manos todo a todos. ¿Quién recoge estos vidrios rotos?

Compartir

2 comentarios

  1. Creo que el ejercicio del poder está representado por una vieja figura histórica: El Triunvirato!. Ud habla de Cabello y Maduro pero falta una pata. Este banco de tres patas está financiado por nuestra gallina de los huevos de oro (ya famélica) conducida por el cínico de Ramírez! Así lo veo!!!!

  2. Siento un dolor inmenso, al observar estos acontecimientos que día a día van destrozando las pocas vías de comunicación, unión y reconciliación factibles, entre los hijos de éste, nuestro grande y amado país, Venezuela. Todo por intereses ajenos al amor a la patria que nos vio nacer y por la cual nuestro Libertador y su ejército de verdaderos patriotas, entregaron su vida, su sangre y sus bienes materiales.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Post recientes