Pedro Pablo Peñaloza

El día en que Darwin González y María Carolina Uzcátegui se estrellaron contra un micrófono – Pedro Pablo Peñaloza

Por: Pedro Pablo Peñaloza

Como las convocatorias a sus respectivas ruedas de prensa eran casi a la misma hora, se advirtió que “competían” por la atención de los reporteros. Y al final, vistas las reacciones, puede decirse que Darwin González y María Carolina Uzcátegui sí llevaron una lucha cuerpo a cuerpo, pero para ver quién salía peor.

González solo dejó la imagen del funcionario que sale huyendo despavorido para no responder las preguntas de la prensa. Sorprendidos, los colaboradores del alcalde no entienden por qué los periodistas se molestaron ante el hecho de que no les permitieran preguntar.

Imagínese usted, un periodista que quiere hacer preguntas. ¡Habrase visto tal atrevimiento! Al mejor estilo del chavismo, aquí el servidor público ejerce su sagrado derecho de no responder al público. Como se sabe, toda exigencia de rendición de cuentas es conspiración.

Si su plan era salir corriendo, mejor le habría quedado publicar el comunicado que prometió en abril. En su declaración el alcalde confirmó que fue operado del hombro. Durante siglos, el estudio de la Anatomía no ha logrado responder qué tiene que ver cierta parte del cuerpo con las pestañas.

Ahora tendrá que investigar cómo una lesión en el hombro afecta la lengua. El enigma se mantendrá, pues tan pronto finalizó su comparecencia, el alcalde se metió en su concha. Acústica. Pero en la jornada informativa, González no estuvo solo. Lo acompañó Uzcátegui. Y no David.

María Carolina Uzcátegui reiteró sus críticas contra el proceso de primarias. Más que por razones técnicas o logísticas, que no parece manejar con mucha precisión, ratificó que sus cuestionamientos son políticos. Muy válido, por cierto. Ahora, cabe preguntarse por el “momento”.

La noche anterior, Diosdado Cabello se había lanzado contra las primarias, señalando que el presidente de la Comisión de Primaria, Jesús María Casal, está “metido en tremendo lío”. Hasta ayer, que fue vicepresidenta de la Comisión, Uzcátegui trabajaba codo a codo con Casal.

¿Uzcátegui no consideró prudente suspender su declaración para evitar “confusiones”? En su discurso escrito, ¿no cabía una muestra de solidaridad con Casal? Así, hubo quienes vieron en el discurso de Uzcátegui una prolongación o continuidad de los ataques que disparó Cabello.

El mismo guion, advertían. Esto se potencia ahora que el discurso empresarial se empeña en coincidir con el del régimen chavista. Las críticas de Uzcátegui son tan válidas como las que le pueden hacer a ella. Eso es el debate público. Pero el sentido de oportunidad es clave.

Si están amenazando directamente a la Comisión y ya se están inventando la enésima excusa para ir contra las primarias, tal vez no luce muy acertado salir como quien regala más munición al adversario. Todo esto partiendo de la premisa de que no se está siguiendo el mismo guion.

González y Uzcátegui, cada uno desde su espacio, podrían identificarse como voceros de una oposición “alternativa”, distinta a la “tradicional”. Cuando se pregunta por qué el chavismo está en el poder, no pocos responden que por la mediocridad de la oposición. Opinión injusta.

Ahora, desde ese marco conceptual, podría preguntarse: ¿Por qué la oposición «alternativa» no ha logrado desbancar a la “tradicional”, pese a sus tantos errores? Interrogante para la próxima rueda de prensa.

Si aceptan preguntas…

 

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