El fenómeno MCM – Rafael Uzcátegui

Por: Rafael Uzcátegui

Como sociólogo intento comprender el «fenómeno MCM», que excede las bondades propias de la candidata, y que ha sido un «cisne negro», impensable hace sólo 10 meses atrás. Que recoge las demandas de cambio ya es un lugar común. Algunas reflexiones preliminares en voz alta:

Y en esta percepción de «no contaminación» la ayuda, incluso, el ser mujer. Viene de un lugar diferente al del liderazgo masculino y patriarcal (tanto chavista y opositor) que hoy se encuentra en crisis. Si bien el componente género no es fundamental, es parte de su todo.

La hegemonía comunicacional, que impide que otros liderazgos emergentes dentro de la oposición puedan aparecer y viralizarse, la convierte en la única «nueva» política con proyección nacional. Paradójico: Que la censura instalada ayude a estimular los consensos a su favor.

Siempre se argumentó contra MCM su origen de clase, que su discurso era indefectiblemente dirigido a las élites. Entonces, que los sectores humildes hoy se identifiquen con ella revela una demanda aspiracional, sobre mejor calidad de vida, que ella encarna…

Esto sugeriría que la noción de «pueblo» y «popular» que promovió el chavismo, y que le brindó réditos en el pasado, hoy se encuentra agotada como promesa de futuro. El imaginario de la clase media sería el anhelo colectivo, que incluye que no se tenga que migrar por penurias.

Políticamente no debería sorprender sus actuales virajes estratégicos. En el pasado lo «radical» le brindaba un espacio en el conflicto que le permitió mantenerse en la palestra. Hoy ocupa el siguiente nivel, un espacio político mayor, cuya audiencia es mucha más diversa…

Y que le exige por tanto acercarse al centro ideológico, con todo lo que eso pueda suponer. Su desafío será mantener el equilibrio en mantener su anterior base dura e incorporar nuevas adhesiones. La línea roja para ella, y para cualquier candidato opositor…
es la narrativa cuasi progresista/izquierdista. Nos guste o no, el desprestigio del socialismo lleva a la mayoría de la opinión pública al otro extremo del péndulo ideológico. El reto es como sin etiquetas, mantener en la discusión pública principios en DDHH
Finalmente, MCM viene de una matriz cultural diferente a la política tradicional venezolana: El populismo socialdemócrata, del que fue parte Chávez. Su equipo de trabajo es profesional y cualificado, rostros desconocidos que fortalecen su proyección como algo diferente…

Por tanto MCM representaría una drástica «otredad» que por desconocida es percibida como ajena a lo de hoy y lo de ayer. Como me dijo una señora humilde en las primarias: «Es mujer, madre y preparada», subrayando la última característica.

 

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