Por: Jean Maninat
Hay amistades que se desvanecen, empiezan a ocupar un espacio en los pocos y valiosos megabytes de memoria que nos van quedando, ni siquiera un saludo de fin de año, felicitaciones por un acertado divorcio, o una burla querendona cuando nuestro equipo favorito juega como nunca y pierde como siempre. Pero a pesar de la disociación temporal uno sabe que están allí, que acechan en lo más recóndito de tu iPhone de primera generación como un leopardo entre la maleza y que, en cualquier momento, regresarán con una oferta que para tu mal no podrás rechazar.
Sobre tales bobadas cavilaba yo cuando en la pantalla de mi iPhone de primera generación estalló el nombre que encendía mil alarmas y era el heraldo negro de lo que sucedería tan pronto respondiera a la fatídica llamada. No era otro que mi amigo François Galouise, director del semanario parisino, El cochino desmelenado (Le cochon décoiffé), con quien me une una vieja deuda de amistad que recurrentemente se empeña en volver a cobrar. Hermano – sonó su español perfecto con tintes galos en el WhatsApp- tienes que hacerme una segunda, entrevistar a Neutrón, el policandidato armado por inteligencia artificial (IA) con todos los rasgos, tics, meandros, tonos, inclinaciones, coeficiente intelectual, nivel cultural de los treinta y pico precandidatos en liza para las elecciones de 2024 en Venezuela. Te mando pasaje y viáticos…
Sin saber cómo, me encontré caminando por la urbanización Las Mercedes -entre lujosas y modernas torres de oficinas vacías, restaurantes y licorerías- rumbo a uno de los sofisticados comederos de moda en una ciudad que alumbra restaurantes de lujo como conejos. Apenas llegué a mi destino y lugar de la entrevista, el Resto Launch Fussion Kitchen La Burbuja Acuática, y pude salvar el enjambre de camionetas arremolinado a sus puertas, una azafata salida de 2001:Una odisea del espacio me llevó como si flotase a la mesa indicada.
A la cabecera se ¿sentaba? un holograma radiante, en el que se transmutaban rostros, cuerpos, vestimentas y voces, como un cilindro luminoso que a ratos enceguecía con un resplandor blanquecino o atenuaba con un azul eléctrico el ambiente. A su alrededor un grupo de jóvenes enfundados en unos monos blancos de polietileno parecían absortos en sus tabletas y computadoras. Por alguna razón pensé en Philip K. Dick.
Buenas, dijo una voz indeterminada, con una ondulación estática agradable a los oídos, le recomiendo el cóctel Humo de esencias de cotoperí con mamón, es la especialidad de la casa. Adelante, Neutrón lo escucha…
Gracias por la oportunidad. Hay una gran preocupación, y extrañeza por la falta de unidad en la oposición. ¿Qué piensa usted de esta desunión?
Mire, francamente no percibo tal desencuentro. Yo, por ejemplo, le he tendido una mano amiga a mis contendores en la oposición que son todos unos falsos opositores, unos hipócritas, unos pillos de marca mayor. Yo les ofrezco un abrazo fraternal a pesar de que me puedan dar una puñalada trapera como es su costumbre.
Entonces, ¿usted está dispuesto a participar en las primarias?
Claro que sí, pero mi interés no es ser candidato a presidente, por favor, a mi lo que me interesa es cambiar la situación, mejorar las cosas para las mayorías, para ese pueblo que llevo en el corazón. Ahora bien, si tengo que hacer el sacrificio de ser candidato, lo haré, pero sin ceder en mis principios, ni traicionar a mi pueblo, como lo hacen el resto de los candidatos que se dicen opositores.
¿De no ser escogido, apoyaría usted al otro candidato ganador de la primarias?
Por supuesto, yo en nombre de la unidad de la oposición apoyaría a cualquiera de los tarados que hacen fila para ser candidatos, a pesar de que ninguno tenga las calificaciones ni intelectuales ni morales que me identifican. La unidad tiene que estar por encima de las insuficiencias mentales de mis contendores. A quienes respeto profundamente, dicho sea de paso.
¿Qué piensa del gobierno interino?
Bueno, yo pienso que fue una paja mental, mire, una coba que le metieron a los venezolanos para beneficiarse y que nunca existió. Yo…
Perdone que lo interrumpa. Pero en su momento usted respaldó al interino, hasta su abrazo le dio. O en todo caso nunca dijo en su momento lo que está diciendo ahora…
Mire, eran otros tiempos y realidades, yo lo pensé mucho en mis adentros, no dije nada para no contribuir más a la desunión, pero mire allí había unos chorizos que vivían de eso, y ahora quieren seguir en eso, pero ya se les va acabar esa manguangua. Se lo digo yo. Ahora esos recursos los vamos a controlar nosotros con el establecimiento de un comité independiente para gastar los recursos venezolanos en el exterior equitativamente y con buen criterio.
¿Está de regreso a la vía electoral?
Yo nunca me he ido. Como le digo, las cosas han cambiado, tenemos que participar electoralmente, no hay otra vía… A mi que no me hablen de otra cosa que no sea elecciones.
Pero perdone, usted llamó a la abstención y se le vio en el distribuidor Altamira el día aquel, usted sabe, cuando esperaban, usted me entiende…
Mire periodista, esas son puras mentiras ese día yo no estaba allí, el que sí estaba es el pelado aquel, el tira la piedra y esconde la mano. Ahora anda vestido de santito, no juegue. El Gobierno que tome nota que el bicho estaba allí. Les dejo mi mensaje de unidad opositora y amor aun a los mentecatos que me rodean en la oposición. Unidad, unidad, unidad…
Escoltado por la azafata que flotaba salí a la calle, me escabullí entre el enjambre de camionetas de lujo, por alguna razón pensé en Philip K. Dick y le menté la madre a mi amigo francés, una vez más.