La represión en Cataluña – Laureano Márquez

Publicado en Tal Cual

Por: Laureano Márquez

Recientemente se ha denunciado desde Venezuela la terrible represión que sobre los catalanes ejerce el presidente del gobierno español Mariano Rajoy. Basta una investigación hemerográfica sobre el tema, para darse cuenta de lo fundamentada que está la acusación:

  • En primer lugar, la brutal represión con la cual Rajoy ha enfrentado las multitudinarias manifestaciones que en los últimos meses se han producido en Cataluña en favor de la independencia. Ha ordenado a la Guardia Civil sacar tanquetas y masacrar a manifestantes en favor de la autodeterminación. La Guardia ha hecho gala de una indolencia que hace palidecer a Boves y al tirano Aguirre. Los primeros en sufrirla han sido los más jóvenes, decenas de manifestantes que no superan los 20 años han caído víctimas del uso desproporcionado de la represión por parte de la Guardia (Civil). Casi dos centenares de muertos están asociados a la lucha por la independencia catalana solo en los últimos meses, la mayor parte a consecuencia de la represión ejercida por Rajoy y, mientras la ordenaba, él, en actos públicos, se dedicaba a bailar pasodobles con su señora esposa.
  • No conforme con lo anterior, Rajoy ha dispuesto la detención arbitraria de miles de ciudadanos catalanes, que se hallan privados de su libertad al margen del Estado de Derecho, en cárceles infrahumanas, recibiendo torturas y múltiples formas de vejación. Incluso un dirigente del independentismo catalán ha fallecido recientemente en la cárcel, porque requería de un tratamiento médico que Rajoy se negó a proporcionarle. No contento con esto, gracias al control que Rajoy tiene sobre el sistema judicial, ha privado de sus derechos políticos a los principales dirigentes de la autodeterminación de Cataluña.
  • Aunado a esto, Rajoy ha desarrollado una política económica enmpobrecedora. Es una vergüenza ver en los supermercados catalanes a los ciudadanos haciendo colas hasta de  20 horas para comprar la popular butifarra a precios regulados y el pan gallego, que ya prácticamente no se consigue en la comunidad condal.  Se ha visto en las ramblas a muchísimas personas revisando los contenedores de basura en busca de alimentos. La economía catalana está prácticamente en ruinas por culpa de la terquedad de Rajoy en insistir en una serie de políticas que han conducido a la quiebra a los productores y ha hecho dependiente a la región de las importaciones. Ha establecido un control de cambios que ha fomentado la corrupción entre la familia Pujol y otros enchufats.
  • Mención aparte merece el caso del deterioro de todos los servicios públicos como consecuencia de la incapacidad administrativa mostrada por Don Mariano. La educación, la vialidad, el suministro eléctrico, que se ha vuelto ecléctico en toda la región. En lo que se refiere al tema sanitario, la Cataluña de Rajoy ha retrocedido 70 años, como resultado de la absurda política en ese sector. Han aparecido enfermedades que incluso habían sido erradicadas en la época de Franco. Francamente, la decadencia en salud asombra al mundo entero: los catalanes no consiguen medicamentos para atender enfermedades graves. Muchos ciudadanos han muerto como consecuencia de ello, sin que Rajoy se conmueva en lo más mínimo, ni acepte la ayuda humanitaria ofrecida. Él sigue bailando pasodobles en la Plaza del Sol.
  • En fin, el panorama que presenta la nación catalana, luego de estos 19 años de ensañamiento de Rajoy sobre ella es realmente desolador. La represión del líder gallego se ha manifestado en toda su crudeza. Su ensañamiento con Cataluña no conoce limites y aunque hace formales llamamientos al diálogo, sus acciones cotidianas demuestran que no tiene intención alguna de llegar a una solución negociada, mas allá de la imposición de sus puntos de vista. Esto se ha manifestado, más recientemente, en múltiples acciones realizadas por él, saltándose a la torera la Constitución española.

Bueno, este es el panorama al que se enfrenta, tristemente, el pueblo catalán, como queda demostrado en esta investigación que hemos tomado del diario… del diario… Ay, disculpen, creo que me equivoqué de periódico.

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2 comentarios

  1. Ya sabía de antemano, en la medida que iba leyendo el artículo, que no era España. Estaba pensando que al final escribiría algo parecido y diciendo: cualquier semejanza con un país suramericano es pura casualidad

  2. al ir leyendo el artículo, me imaginé que lo de Cataluña y Mariano, no era cierto, una forma muy humorística de L Márquez El final era el esperado. No le dijo perro, pero le enseñó el tramojo. La pura realidad

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