Paraqueima, la burla a la justicia – Naky Soto

Publicado en: Blog personal

Por: Naky Soto

El miércoles 3 de mayo se divulgó en redes sociales un audio en el que el alcalde de El Tigre, Ernesto Paraqueima, se burlaba de un mural pintado en la avenida Francisco de Miranda de esa ciudad. Según el relato que acompañaba al audio, el mural fue pintado por niños con síndrome de Asperger, lo que hacía más cuestionable que el político dijera con tanto desdén que el mural le parecía “horrible, espantoso, horroroso”, y que incluso preguntara con sorna si “lo habían pintado con las patas”. Luego, para sellar su infame declaración, Paraqueima dio órdenes de que lo quitaran, como si la pared le perteneciera, como si en lugar de ser un funcionario público, fuese el dueño de un fundo llamado El Tigre.

La forma tiene un origen

Esa grave distorsión que supone creer que tú dominas el territorio para el que debes trabajar y que por eso tienes la potestad de decidir lo que se te antoje, la instauró el finado Hugo Chávez, un obseso del poder ilimitado y el culto a la personalidad, razón por la que sometió al país a horas de transmisiones estériles donde daba órdenes sobre las que luego no rendía cuentas, porque lo importante era mostrar quién mandaba. Así fue borrando toda noción de institucionalidad en sus métodos. Por eso el chavismo aplaudió con igual entusiasmo el despido con un silbato de 22.000 empleados petroleros (cuyas consecuencias hoy son más evidentes que nunca), la expropiación de muchas empresas y tierras, el insulto constante a los opositores, entre muchas arbitrariedades que perdieron proporción cuando controló todos los poderes públicos.

Volvamos al alcalde

En sus redes sociales, Ernesto Paraqueima repite la estrategia del político narcisista: más interesado en ser famoso por ser “cool” que en gobernar. Por eso en sus videos en Instagram y TikTok se ha mostrado como deportista, modelo de tratamientos faciales y animador de eventos sociales. Si al gobernador de Carabobo le ha funcionado esa estrategia, ¿por qué a él no? Tal vez porque desarrolló con igual ferocidad el rol “cool” junto al de mandamás y, con tal de ganar notoriedad, en fechas recientes fue capaz de incitar al suicidio a una persona que le pidió dinero, inauguró una sex shop, regaló consoladores en el Día de la Mujer, y se lanzó esta burla contra un mural.

¿Qué tenía de especial el mural?

Quienes denunciaron la burla del alcalde insistieron en que el mural fue pintado por niños del trastorno del espectro autista (TEA), pero un artículo del diario El Tigrense aclaró que el mural fue diseñado por esos niños, pero pintado por adultos vinculados a la organización Vida Asperger, que trabaja por la inclusión de personas TEA en Anzoátegui. Patricia Possani, promotora de Vida Asperger, explicó que el mural forma parte de la campaña “Movida Azul”, desarrollada en el mes de la concientización sobre el TEA. El dato de que fue pintado por niños Asperger, le dio otra dimensión a la opinión del alcalde, quien por ser una autoridad municipal, tiene la obligación de respetar a sus ciudadanos. Una vez viralizadas las críticas y el rechazo que hubo contra el alcalde Paraqueima, el fiscal general impuesto por la anc, Tarek William Saab, tuiteó que el mural en su ‘pueblo natal’ le parecía hermoso. Más tarde, Diosdado Cabello dijo en su programa de televisión que por la burla del alcalde llamó al gobernador de Anzoátegui, al Psuv, y además hizo “un llamado a las autoridades competentes para que se haga cumplir la ley”.

Las autoridades competentes

Este jueves, el parlamento de Nicolás aprobó un acuerdo que exhorta al Ministerio Público a iniciar acciones penales en contra de Ernesto Paraqueima por humillar a niños del TEA. Jorge Rodríguez lo calificó como “futuro exalcalde” y acusó “algo de terror homosexual” en él por su “compulsión por humillar a las mujeres”, algo que ocurrió en un evento pasado. Es decir: sabía de la supuesta compulsión, pero fue en el marco de este escándalo cuando decidió analizarla y lo hizo estigmatizando a la comunidad LGBTIQ+. Después, Saab anunció la emisión de una orden de captura en contra de Paraqueima, por deshonrar su mandato.

 

Lo grave es que afirmó que el alcalde acumulaba otras investigaciones por violencia contra la mujer, contra un grupo de comerciantes y por crear en el pasado grupos de exterminio de indigentes y animales. Increíble. Repitiendo la estrategia de Rodríguez, no dijo por qué con semejantes antecedentes no le habían abierto una investigación aún, y lo vienen a procesar ahora por supuesta incitación al odio. Dada la orden, el Servicio Bolivariano de Inteligencia (Sebin) detuvo al alcalde y Saab difundió la fotografía de Paraqueima reseñado en la sede de la policía política. Todo en apenas horas.

 

Sin debido proceso

Esta secuencia mezcló y mostró la celeridad con la que trabajan el aparato de propaganda y el aparato de represión del Estado. El alcalde Paraqueima puede ser un patán y un narcisista, su audio puede ser una vergüenza, pero los mensajes emitidos sobre el mural no son delito. En cambio, que no se respete el estado de derecho, el debido proceso ni los derechos humanos, sí lo son. Las burlas son reprochables, pero ni aún siendo despiadadas resulta proporcional este show político en su contra. Venezuela registra tasas de impunidad casi absolutas a pesar de la comisión de sistemáticas violaciones a los derechos humanos. Entonces, ¿por qué de pronto una burla es tratada como un delito penal?

Uno sí, otros no

En abril de 2016, Nicolás llamó “autistas” a opositores para descalificarlos: “¿Usted cree que un solo alcalde de la derecha (…) ha tomado una sola medida, una sola iniciativa para acompañar al país en su recuperación económica? No, ellos son autistas”, dijo. También, en agosto de 2017, Tarek William Saab usó el término de forma despectiva para atacar la gestión de su antecesora: “Pudimos observar cómo durante todos estos meses el Ministerio Público actuó de manera autista sobre muchísimos casos”. Como es obvio, contra ellos no hicieron nada, demostrando que hoy hubo tanta arbitrariedad como cinismo.

Todos los derechos para todas las personas

Este jueves, 4 de mayo, policías represores volvieron a violar el derecho a la protesta que tienen los trabajadores. Los atacaron en las calles cuando reclamaban salarios menos miserables. La fuerza desproporcionada sí es un delito tipificado, pero la represión no se cuestiona, más bien es una institución vital del poder. En Venezuela no existe el delito de opinión, por eso esta secuencia de arbitrariedades sólo sirve para tratar de legitimar la inconstitucional ‘Ley contra el Odio’, que viola el derecho a la libertad de expresión y se usa de forma discrecional. La arbitrariedad entonces no es un logro ni se puede convalidar. La represión tampoco. Este país reclama y necesita justicia, no venganza.

 

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