Larry Harlow- Xariell Sarabia

Por: Xariell Sarabia

En la introducción de la descarga “Congo Bongó”, (con un dialogo de los congueros Mongo Santamaria y Ray Barretto), Johnny Pacheco luego de una inspiración, grita a todo pulmón “Haarloow”,  e inmediatamente el llamado Judío Maravilloso se afinca en un montuno caliente y sabroso para el arranque definitivo de la ahora inmortal pieza. El tema es de la autoría de Larry Harlow. Este pequeño gesto, este amarre, este toque dice mucho de Harlow, quien tocaba con un dulce swing, como si hubiera nacido en Catia, en San Pedro de Macorís, en Matanza, en Cali o en el Viejo San Juan.

Harlow era gringo, gringo, poco usual dentro del mundo de la salsa de aquellos tiempos, movimiento naturalmente dominado por puertorriqueños, o niuyorricans, o cubanos o latinoamericanos. Se dedicó a la rumba, al Caribe, a lo cubano (de hecho estudió en la propia Cuba los secretos de su música).

Harlow orquestó y arregló mucho del repertorio “viejo” del son, fue un resuelto productor de causas latinas, fue pilar de las Estrellas y del sello Fania, se consagró con varios números en el Hit Parade en los setenta, y su sonido comunicó dos episodios musicales: el de los cincuenta con el de los setenta. Al principio de su carrera, Larry Harlow, cuyo verdadero nombre es Lawrence Ira Khan, se mete de lleno en la experiencia del boogaloo, como otros tantos músicos latinos de Nueva York. La estructura de la orquesta era de dos trombones y dos trompetas, una combinación novedosa para entonces, aunque ya Ray Barretto y Joe Cotto habían ligado los dos instrumentos. Su opera Hommy, inspirada en la famosa Tommy del grupo The Who, es una referencia imprescindible en este asunto caribeño. En la emblemática película Nuestra Cosa Latina (este año se celebran los 50 años de su estreno), el único grupo que aparece filmado además de las Estrellas de Fania, (el set es en una típica calle latina de Nueva York), es su Orchestra Harlow, que toca “Abran Paso” cantando por su más conocido partner vocal, Ismael Miranda. Por su combo pasaron cantantes de la talla de Monguito, Junior González o Néstor Sánchez.

Cuando murió Arsenio Rodríguez, allá en Nueva York, Harlow, con urgencia se mete en el estudio y le dedica un disco, Arsenio fue su máxima inspiración musical.

En otro plano, tengo en mi memoria muchos conciertos de Larry Harlow en Caracas, uno de ellos con el Guajeo de Alfredo Naranjo en la Concha Acústica de Bello Monte. Y el timbalero y líder musical Cheo Navarro comenzó su proyecto de la Orquesta Tributo, precisamente con temas de la Orquesta Harlow de la época en que estaba Ismael Miranda. Navarro los toca con excelencia tal cual como fueron grabados originalmente, un concierto en el BOD de La Castellana, cuando era Corp Banca, marcan un recuerdo profundo y sabroso en mí andar como productor y melómano caraqueño. Es que además Larry Harlow tuvo un apego especial por estos lares, unos amores, entre ellos una hija, más nada Abran Paso. Gracias, Siempre te recordaremos.

 

 

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