Bye bye, Mickey Mouse

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  Estamos en tiempos de vacaciones. A lo mejor usted tomó las previsiones y compro su pasaje con suficiente adelanto. A pesar de la crisis con los pasajes y los vuelos hay cupo para usted y su familia para, digamos, ir a pasar una temporada allá con Mickey Mouse, en Disney. Los muchachos van a gozar y los muchachos más grandes también, los padres. Eso es una circunstancia bastante privilegiada, porque, como decíamos, esta crisis de pasajes impide que se salga a vacacionar en el exterior. Pero un padre, afortunado y privilegiado, llega muy orondo con su familia al aeropuerto de Miami, y cuando usted está pasando por inmigración le encienden la luz roja y le dicen no puede entrar, que hay problemas. De inmediato le pasan al famoso cuartico, y, a diferencia de los que esperan, que suelen salir luego de verificar todos sus datos, a este viajero le llega a buscar una comisión de la DEA y le dice: usted está detenido. Se fregaron las vacaciones, no hay Disney, no hay Mickey Mouse, nada. Eso le ha pasado al Juez Benny Palmeri con su familia. Llegó a Estados Unidos a pasar sus vacaciones y le encarcelaron porque tenían serias acusaciones contra él por parte del Departamento del Tesoro y la DEA por vinculaciones con el narcotráfico. (Recordaran que algún salpicón había entre el caso de este ex juez y el del General Carvajal).

  Ahora resulta que Estados Unidos insiste en que hay 24 altos funcionarios del régimen a los que se les prohibió o revocó la visa. Notitarde, hoy en Valencia, y Versión Final, en Maracaibo, le dedican a esto sus grandes titulares: El subsecretario adjunto del Departamento de Estado John D. Feeley, confirmó que los 24 funcionarios venezolanos que les restringieron sus visas de ingreso a Estados Unidos son desde ministros, asesores presidenciales, oficiales de la Guardia Nacional, del Sebim, jueces, algunos de los que han participado en la represión contra las fuerza democráticas.  Y en la Florida aumenta la intervención de cuentas a empresarios venezolanos por parte del servicio de rentas internas.

  Como bien apunta nuestra productora Maria Alesia Sosa, nadie sabe cuáles son los 24 funcionarios, ni siquiera los propios implicados Entonces, dada la experiencia del juez de marras, más de un alto funcionario del régimen se dirá: mejor no vamos a Disney, no vaya a ser que al llegar sea yo el señalado.

  Ahora, esto apunta a algo realmente delicado: más allá de la frustración de darle o no la mano a Mickey Mouse hay un problema severo. Cuando en tiempos de Eleazar López Contreras se funda la Guardia Nacional, esta nace como un órgano de la fuerza militar dedicado a esas labores directas de contacto con la población civil, donde no podían participar ni el Ejercito, ni la Fuerza Aérea, ni mucho menos la Armada. Para eso se crea la Guardia Nacional, asuntos de orden público, resguardo de nuestras fronteras,  aduanas, etc. Pero eso era antes porque ahora, según Nicolás Maduro, la Guardia Nacional sólo está allí para reprimir.

  Gran titular en el Correo del Orinoco: “Hay grupos de la ultra derecha que se preparan para nuevas estocadas”, cita textual de Maduro. Y el antetítulo lo aclara todo. Llegaran al país más equipos para actuación de la Guardia Nacional Bolivariana ante manifestaciones. El sumario dice: Durante la celebración del 77 aniversario de la Guardia Nacional Bolivariana, el Presidente Nicolás Maduro indicó que se castigará “severamente en el marco de la ley a los terroristas, a los guarimberos, a la ultra derecha violenta”. El jefe del estado indicó que llegarán al país unos 300 equipos especiales “para seguir garantizando que los ataques que buscan llenar el país de violencia sean preventivamente atendidos corregidos y superados de manera inmediata”.

  En otras palabras, la Guardia Nacional está allí para reprimir y para reprimir a la salvaje, a la bárbara, como hizo en los primeros meses de este año. Represión que llevó, entre otras consecuencias, a esas 24 suspensiones de visas de las que hablamos más arriba. Es un penoso y lamentable circulo vicioso del cual parece no vamos a salir nunca. Y con el aumento del precio de la gasolina y con la inmensa inflación que se nos viene encima, en estos tiempos inflamables olvídese usted de Disney, lo que viene es represión de la dura, de la bruta.

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