Por: Carolina Jaimes Branger
¿Es cinismo, quiere mantener el puesto a costa de cualquier cosa, quiere burlarse de nosotros o todas las anteriores? Las declaraciones del ministro Izarra del jueves pasado sobre el asesinato del empresario alemán en las que aseguró que “sin duda un caso aislado, que no representa la experiencia turística en Venezuela» son indignantes.
“Se está investigando, a este señor lo estaban esperando, él venía en una camioneta blindada, tenía unos escoltas. Es un caso sospechoso”. Caramba, señor ministro… ¿le parece “normal” que un empresario que ha venido varias veces tenga que contratar una camioneta blindada y escoltas?… ¿Qué le dice eso de un país, que es segurísimo desplazarse por las calles?…
Muy extraño ese caso. Dijeron que el germano traía “reloj y yuntas de oro”. Una persona que viene con frecuencia a Venezuela y que contrata carro blindado y escoltas es porque conoce bien cómo está la situación aquí. De manera que venir con prendas tan llamativas es una contradicción…
El ministro que jura que se la está comiendo cuando dice que se están “solventando” los problemas de seguridad para potenciar el “índice de turismo receptivo” hasta el punto de hacerlo “competitivo” con el petróleo, el mismo día que dijo que el asesinato del alemán era un caso aislado reconoció que “Venezuela no es un destino seguro” y que «la seguridad turística es un tema integral (…) Queremos un turista que esté informado, que sepa a dónde dirigirse, cómo desplazarse en el país, a qué lugares ir». ¿Entonces en qué quedamos?… ¿Ni lo uno, ni lo otro, sino todo lo contrario?… Suena conocido…
Por supuesto, no faltó la alusión al Plan Patria Segura, unos de los mayores fiascos de este gobierno.
Ya varios países, desde hace por lo menos tres años, recomiendan a sus ciudadanos no venir a Venezuela. Somos uno de los países más violentos del mundo. ¡Qué récord tan triste! De hecho, los números son más elocuentes que las palabras: en 2006 vinieron a la Isla de Margarita 230.000 turistas. El año pasado, no pasaron de 25.000.
Julio Arnaldes, director de la Asociación Venezolana de Mayoristas y Empresas de Representación Turística en declaraciones a El Nacional en enero de este año aclaró que de los viajeros que llegan a Venezuela, solo 30% son turistas. La mayoría, según un estudio que realiza anualmente el Instituto de Aeropuerto Internacional de Maiquetía Simón Bolívar, viene realmente por vacaciones, el resto llega para visitar familiares, por razones laborales, de salud, educativas y deportivas.
Entre esos deben estar incluidos Mónica Spear y su marido, asesinados el año pasado en la autopista Valencia-Puerto Cabello.
De una nota en el diario La Verdad del periodista Juan José Faría extraigo estos datos:
2008. Asesinaron a un turista estadounidense que subieron a su velero. Kenneth Dale Peters (55) se resistió al robo y lo asesinaron a tiros en el Parque Nacional Mochima del estado Anzoátegui.
2011. Asesinaron a Thomas Ossel (28), un turista inglés, cuando se negó a entregar sus pertenencias a unos delincuentes del estado Nueva Esparta. Había viajado a 40 países, incluyendo Vietnam sin que le pasara nada. Su hermano fue herido en el mismo evento.
2011. El canadiense Eugene Kophmann fue asesinado en la habitación de la posada El Pozo mientras estaba de vacaciones en Margarita.
2011. El francés Yves Le Brass murió en un atraco a mano armada en el bar del Hotel Laguna Mar, Nueva Esparta. Su esposa también fue hurtada, pero no resultó herida.
2011. Bonne Philip, oriundo de Bélgica, agonizó durante tres días tras ser herido en la cabeza después que unos malandros lo atracaran en un puesto de comida en playa El Agua.
2011. Dentro de su yate fue encontrado Emiliano Astore, un turista italiano a quien le propinaron dos balazos. El cuerpo estuvo dos días en alta mar.
2011. A Mererck Hendrick, natural de Holanda, lo mataron para robarle una cadena de oro en la isla venezolana.
No aclare, que oscurece, señor ministro. Calladito por lo menos se ve más bonito…
@cjaimesb