A César Miguel Rondón, con afecto
De toda la vida, desde que puedo recordar, he sido amante de escuchar radio. Escuchar produce algo que lo audiovisual no consigue en igual medida: despertar la imaginación.
Luego en la universidad, por supuesto estudiando la carrera de Comunicación Social, tuve la suerte de tener la guía de un ya un destacado profesional, para la época jovencito (sí, alguna vez fuimos jóvenes) que como instructor asistente en “Audiovisual II (Radio), por alguna razón aún inexplicable para mí, me enseñó más de lo que le tocaba. Ese instructor se llamaba César Miguel Rondón. Y se convirtió en mi inmerecido tutor.
Sigo adorando escuchar radio. Pasemos muchas páginas en el almanaque y lleguemos a hoy. Creo, escribo y produzco “Romina”. Un relato para escuchar. La historia, plasmada en capítulos cortos, narra la travesía de un italiano que migra a Buenos Aires en 1910. Para escribirla me he zambullido en detalles históricos que están asentados en libros de curiosidades. Y he descubierto asuntos y detalles fascinantes.
Dedico “Romina” a César Miguel, mi instructor/tutor/amigo de ya muchos muchos años.
Si usted, amigo lector, quiere escuchar “Romina”, escríbame a soledadmorillobelloso@gmail.com
Y a ti, César, van las gracias que te debía. Y un enorme abrazo.