Tony Bianchi

Trump 2 – Tony Bianchi

Por: Tony Bianchi

Según el respetado comentarista de la CNN Fareed Zakaria la fase final del mandato de Joe Biden ha sido un rotundo éxito. El señala que luego de la pandemia del Covid, el mandatario logró crear 17 millones de nuevos empleos con una inflación cercana al objetivo del 2 por ciento de la Reserva Federal, la productividad ha aumentado, la desigualdad salarial ha disminuido, la creación de pequeñas empresas está en niveles récord y el crecimiento salarial está superando la inflación.

Sin embargo, señala Fareed, Biden ha fracasado rotundamente en términos políticos tal como demostrado por la derrota electoral y los bajísimos índices de aprobación debidos principalmente a que la clase trabajadora ya no apoya a los demócratas.

De acuerdo al periodista Jonathan Chait, los demócratas se han venido alejando del consenso de libre mercado y se han dedicado a adoptar políticas económicas de tendencia más izquierdista.

Los dos comentaristas resaltan que los demócratas han perdido muchas de las ventajas electorales basadas en profesionales con educación universitaria, mujeres y minorías y que muchos de los votantes indecisos que los han ayudado a ganar el voto popular en siete de las últimas nueve elecciones presidenciales son independientes registrados y habitantes de los suburbios.

“El disruptor” de esas ventajas es Donald Trump que será investido por segunda vez la próxima semana y que está lanzando una drástica política mundial que está atrayendo muchas críticas.

Según The Economist, desde sus intenciones relacionadas a la Groenlandia, Panamá y México los lideres mundiales están en estado de shock después de que Trump lanzara sus ideas radicales relacionadas con esos tres países y encima decir que el Golfo de México debería ser rebautizado como “Golfo de América”. Aparentemente, nadie sabe exactamente qué esperar de Trump Dos.

En una discusión en el New York Times, el columnista David French aprueba la “línea dura” de Trump con respecto a Irán, pero rechaza” la conocida tendencia de Trump de adular a los dictadores de Rusia, Corea del Norte y China”.

El columnista Bret Stephens agrega que Trump nunca ha sido el hábil negociador que él se imagina ser, y existe un riesgo real de que se deje arrastrar en acuerdos – incluido un mal acuerdo nuclear con Irán y un mal acuerdo de alto el fuego en Ucrania– que podrían ser bien recibidos por los sectores más aislacionistas de su base, pero son malos para los intereses de Estados Unidos y peores para los aliados de la OTAN.”

Otro periodista, Lindsay Newman, escribe en el New York Times, que Trump parece estar adoptando una visión más amplia de la política exterior de su primer mandato. “Making America Great Again” pero que ahora parece menos una historia aislacionista y menos nueva.

The Economist llega a la conclusión que Trump cambiará por completo 80 años de política exterior estadounidense, décadas en que sus presidentes promovieron la noción de que la responsabilidad de actuar como defensor o policía indispensable del mundo.

Comentaristas de diarios de otras ciudades importantes norteamericanas llegan a la conclusión de que Trump eliminará muchos valores y se concentrará en acumular y explotar su poder con la ayuda de luminarios como Elon Musk, no parece vaya a dejar de inventar nuevas tecnologías.

La opinión generalizada es que es posible que Trump retire a Estados Unidos de la OTAN durante su segunda presidencia. El ex asesor de seguridad nacional de Trump, John Bolton, ha dicho que Trump casi lo hizo en el 2018.

Está claro que los países europeos están muy preocupados y piensan que Trump puede alentar a Moscú y “permitirle hacer lo que les dé la gana” con los países de la OTAN si estos que no gastan lo suficiente en defensa.

Si la mayoría de los países de la OTAN cumplen con el parámetro de gasto del 2% de su Producto Interno Bruto (PIB) establecido en 2014, Trump seguramente pedirá un aumento hasta el 5%.

La cadena de televisión alemana Deutsche Welle señala el escepticismo del canciller alemán Olaf Scholz, quien ha argumenta que el nivel de gasto en defensa requiere que los países impongan “enormes aumentos de impuestos o recortes masivos en muchos renglones.

La organización The Atlantic Council reconoció que los aliados europeos de la OTAN deben dar un paso adelante, asumiendo la responsabilidad de la defensa de su propia región al tiempo que tal vez compartan más la carga en Oriente Medio bajo el liderazgo de Estados Unidos.

Trump podría seguir presionando para que se aumente el gasto de defensa y buscar algo menos drástico que salir de la organización atlántica como una redistribución de orientación de la carga, pero varios comentaristas hacen notar que la seguridad nacional y la prosperidad económica de Estados Unidos ya no dependen de una gran presencia militar norteamericana en Europa.

Gran parte de esta nueva situación se debe al escaso poder militar que Rusia ha demostrado tener en el conflicto con Ucrania, lo que significa que Moscú no está en condiciones de alcanzar una hegemonía sobre Europa, aunque la desee desesperadamente.

De acuerdo a su propósito inicial, bajo el mando del primer secretario Lord Hastings Ismay de Inglaterra, la OTAN hizo su trabajo, que era de “mantener a los rusos afuera de Europa, a los estadounidenses adentro y a los alemanes bajo control”. De hecho, tal vez lo hizo demasiado bien.

El objetivo de Trump debería ser que los europeos se pongan de pie para que ellos mismos puedan mantener a los rusos afuera del Viejo Continente tal como lo logró Hastings Ismay.

 

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