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Recuerdo los primeros celulares. Los primeros celulares eran un maletín. Un maletín inmenso, pesado y ese maletín tenía que llevarse al hombro, de allí salía un teléfono y con ese se hablaba. El maletín tan aparatoso no duró mucho. Luego, vino uno también muy pesado que conocimos como el ladrillo. Recuerdo haber estado en un restaurante donde un hombre se pavoneaba de un lado a otro, hablando por el ladrillo, para lucirse, por supuesto, delante de todos los comensales, que decíamos está loco.
Pertenezco a una generación, donde el hablar por teléfono era, necesariamente, te tengo que llamar. Tengo que esperar a llegar a un lado para poderte llamar. Esa revolución inmensa que han supuesto los celulares eran cosas del futuro. Y los primeros fueron esos, unos grandes ladrillos.
Pues ese gran ladrillo está cumpliendo oficialmente 40 años. El 3 de abril de 1973, Martin Coooper, un ingeniero de la compañía Motorola, llamó a un colega en otra empresa rival para decirle orgullosamente, «que estaba hablando desde un teléfono móvil real».
Cuatro décadas después de aquella primera llamada histórica, con una población mundial que supera los 7.000 millones, -se estima que el número de suscripciones llegó ya a 6.600 millones, de acuerdo a un informe del la Unión Internacional de Telecomunicaciones; el año pasado fue que se publicó esto en Información y Comunicación-, los celulares son usados en países en desarrollo para generar empleo, acceder a información vital para agricultores y transferir dinero. Tres de cuatro personas en el planeta tiene acceso ya a un celular según este informe.
Después del celular, la vida de los seres humanos cambió radicalmente. Tanto así, que los que venimos de una época donde no había celulares, nos preguntamos: «¿Chico, y cómo es que uno pudo vivir sin el celular?». Antes, esto que permite el celular, no existía, sencillamente, no existía.
El celular poco a poco se fue achicando, y no sólo se fue achicando, sino que fue cambiando por completo, radicalmente sus funciones. Hoy en día lo que tenemos en el bolsillo, esos pequeños aparatos, -usted sabe ya de todas las maravillas que hacen-, se toman las fotografías, se mandan las fotografías alrededor del planeta, mensajes de texto, en fin, todo. GPS lo tiene usted incorporado, para qué hablarle de esas virtudes, que seguramente, usted conoce mejor que yo.
Claro, el 3 de abril de 1973, se logró el primer celular, pero la comercialización tardó un poco más. Y cuando les relato esas experiencias de los primeros celulares que uno podía ver en los restaurantes de Caracas, estamos hablando ya de mediados de los años ’80. Nos llegaron, se entiende, un poco más tarde, pero fíjense que la revolución ha ido muy rápida. Hoy en día ¿Cómo se esconde la gente? Antes era muy fácil: «las líneas están muy malas». «Nno hay comunicación». En fin…
Ya veremos a dónde nos lleva este mundo increíble de la tecnología comunicacional de nuestro tiempo.