Detroit agradecido con Miguel Cabrera - Mari Montes

Detroit agradecido con Miguel Cabrera – Mari Montes

Publicado en: El Extrabase

Por: Mari Montes

Es el Día de Apertura en Comerica Park, primer juego de los Tigres de Detroit en casa, y es como ir una fiesta, hay que arreglarse para la ocasión. Descolgar las camisas del equipo, aunque hagan 4 grados Celsius de temperatura.

Es el primer después de largos meses sin beisbol, ya eso motivo suficiente para la alegría; los tigres, además, están celebrando 123 años de existencia y ello coincide con la despedida de Miguel Cabrera como pelotero activo. Siempre es especial el Opening Day, pero este tiene ese adicional.

Por los pasillos del Comerica Park de Detroit, decenas de fanáticos de todas las edades portan la camisa con el número 24 y el apellido Cabrera; algunos jerseys evidencian los años y el uso, otros son estrenos, camisas compradas este día. En todas las tiendas hay nueva mercancía, franelas con diseños para llevar puestos los logros del maracayero.

Hay camisas con el  jonrón 500 o el hit 3 mil, otras con ambos hitos, camisas con la imagen del joven que llegó, en contraste con una más reciente, del hombre que en unos días cumplirá 40 años, calcomanías, banderines, muñequitos “Bobblehead” y monedas especiales con los

De sus 21 temporadas en las Mayores, 16 han transcurrido en Detroit. Miguel llegó a los Tigres en 2008 y es una figura de la ciudad, no solo por el béisbol, con su fundación ha dejado huella como hombre de causas. Sus nominaciones para el Premio Roberto Clemente se deben a eso, a su labor comunitaria en Michigan. Ha sido imagen de diversas campañas, su influencia en la ciudad trasciende al béisbol.

En los pasillos de Comerica Park está toda la historia de estos 123 años, hay estaciones con las fotografías y semblanzas de los grandes de estas 12 décadas. Ty Cobb, Hank Greemberg, Charlie Gehringer, Mickey Cochrane, Sam Crawford, Harry Hellmann, Hal Newhauser, Al Kaline, Lou Whitaker, Willie Horton, Allan Trammel, Jack Morris, por hablar de quienes están en la galería de inmortales de Cooperstown.

Las leyendas deportivas de Detroit estuvieron a cargo del primer pitcheo:  Nicklas Lidström ( Salón de la Fama NHL), Calvin Johnson Jr. (Salón de la Fama de la NFL) y Ben Wallace (Salón de la Fama de la NBA), invitaron a Miguel Cabrera a hacer el primer pitcheo. El público que plenó tribunas y gradas del Comerica Park estaba fascinado mirando a los ídolos de los principales deportes profesionales de la ciudad.

Antes del desafío, Miguel Carera reiteró lo que nos había dicho en el Opening Day en Tampa, días atrás: “Agradezco este momento porque no muchos en el béisbol tienen la oportunidad de decir adiós. Tengo la oportunidad de decir que es mi último viaje, como dicen. No estoy triste, estoy feliz porque tengo 20 años en las Grandes Ligas”.

Se fue de 3-1 con una carrera impulsada y negocio base por bolas. En el último turno dio un largo elevado por el centro, hacia donde marcan los 412 pies de distancia desde el home.

La familia Cabrera estaba completa desde la suite. Su esposa Rosangel y sus hijos, Gregoria, su orgullosa mamá, su papá, Miguel Cabrera, y José Gutiérrez, su entrañable amigo “El Rey de las Arepas”.

En esos pasadizos del parque que estuvo repleto en la fiesta de apertura, abordamos a algunos de los fanáticos quienes con tanto orgullo lucen la camisa del nuestro; cada uno nos habló de un batazo favorito, un hit, un jonrón; de lo especial que los hizo vivir en 2012, cuando ganó la Triple Corona de Bateo, todos con una frase común: “¡Gracias, Miggy!”.

 

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