Un camino de 40 años con Fernando Martínez Mottola como compañero – Miguel Génova

Publicado en: El Pitazo

Por: Miguel Génova

Cuando conocí a Fernando Martínez Mottola, en 1985, acababa de regresar de culminar su postgrado en la Universidad de Cornell, y llegó al edificio Torreón de Las Mercedes para integrarse a un proyecto sobre el desarrollo de la industria de bienes de capitales (Condibieca) promovido por Pdvsa y las Naciones Unidas. Coincidimos allí personas de distintas procedencias con el objetivo de crear programas y metodologías junto con empresas grandes y medianas que hacían un uso intensivo de estos bienes. Era un grupo de alto nivel profesional y que compartía una visión estratégica del país, dirigido por Getulio Tirado y Carlos Vargas. Lo integraban Manuel Sánchez, Iván Garmendia, Erasmo Filosa, Manuel Díaz, Leonardo Vivas, Carlos Sánchez, Fernando Martínez Mottola y yo mismo. Además de pasar los días con el desafío de diseñar programas propios de proyectos, aquel equipo de trabajo, con poderosas experticias técnicas y metodológicas, desarrolló también fuertes lazos de amistad que perduran hasta el día de hoy.

Ese proyecto era la oportunidad de aplicar nuestros conocimientos técnicos, pero sobre todo la visión amplia, profunda y compartida del país que deseábamos construir.  Sentíamos la confianza en las capacidades personales de cada uno de los integrantes de ese equipo, que se extendía por toda Venezuela para permear en universidades, empresas y grupos sociales de diferentes índoles, la idea de transformación que requería el país. Fernando fue uno de esos entusiastas planificadores e innovadores que vislumbraba políticas públicas que sostuvieran esa apuesta al futuro.

Fernando replicó esta visión de gran fortaleza en cada una de las responsabilidades que asumió a partir de ese momento. Lo hizo después en Cordiplan, cuando lideró la reestructuración de las empresas del Estado en aquel gabinete dirigido por Miguel Rodríguez. En estas tareas lo nombraron presidente de Cantv para que aplicara su experiencia en recomponer el desastre que representaba la compañía de telecomunicaciones, calificada como la peor empresa pública del momento.

Este reto lo asumió con tres grandes orientaciones: llevar la reestructuración de las telecomunicaciones hacia la apertura y competencia del sector privado, atraer capitales nacionales e internacionales, privatizar Cantv; y generar una regulación profesional de este sector que encaminara la gerencia pública hacia un desempeño de calidad mundial. Para dirigir este proceso creó un grupo especial y autónomo denominado Grupo de Reestructuración de las Telecomunicaciones (GRT). Lo integraron, nuevamente, personas de distintos ámbitos profesionales y con una altísima competencia: Juan Mijares, Álvaro Briceño, José Araujo, Adela Vivas, Carlos Montes y Carlos Sanoja. Tuve la oportunidad de coordinar este equipo bajo la dirección de Fernando, como presidente de Cantv y gerente de todo el proceso, y con el seguimiento directo de los ministros Miguel Rodríguez, Roberto Smith, Gerver Torres y el apoyo del presidente Pérez.

En menos de un año todo el sector de telecomunicaciones estaba en una dinámica gerencial y técnica moderna; y en dos años más Venezuela tenía telecomunicaciones de nivel mundial y de las mejores de América Latina. La dirección de Fernando y la integración de equipos de alto profesionalismo, con visión estratégica del país, fueron sustanciales para alcanzar este gran éxito.

Todos quienes tuvimos que ver con estos procesos, directa o indirectamente, sabemos cómo se transformó un país en el corto plazo. Fernando Martínez Mottola fue el actor clave para alcanzar esa meta y acercarnos a la idea de país que compartíamos todos. Lo aprendimos con Fernando, con su visión y dirección.

A partir de este gran éxito, que impulsó el cambio radical de las telecomunicaciones, tuve la oportunidad de continuar al lado de Fernando, tanto en el sector público como en el privado, con la estrategia de producir siempre cambios relevantes, en el corto tiempo y acompañados de profesionales a toda prueba por su alto desempeño.

Otro gran aprendizaje que nos transmitió Fernando en cada uno de los proyectos que emprendió por el país, fue la integración comprometida con los aliados para lograr incrementar la fortaleza de los proyectos; y el trato siempre respetuoso y tolerante hacia los opositores y críticos para disminuir las propias debilidades.

El último de esos proyectos fue la coordinación de la Comisión de Estrategia de la Plataforma Unitaria Democrática, cuyo mayor logro fue la realización de las exitosas primarias de octubre de 2023 que marcó un nuevo rumbo en la estrategia de la oposición venezolana para erradicar la dictadura madurista.

El liderazgo propio e innovador que Fernando dejó huellas con características que supo establecer en los exigentes retos que afrontó y en los grandes éxitos de todos ellos: capacidad de definir proyectos con metas y procesos claros y bien sustentados; organización de equipos de alto desempeño con visiones globales del país y de los sectores involucrados; y redes de confianza y amistad entre los participantes internos y externos.

En cada una de las experiencias de Fernando, gerenciales, empresariales, políticas, había una característica común: el profesionalismo estricto y las relaciones de amistad y camaradería entre todos nosotros. Después de tanto tiempo todavía somos grandes amigos.

En fin, 40 años de un compañerismo completo: personal, familiar, profesional, con un gran amigo del que tanto aprendí y con el que todavía espero seguir conversando para acompañarnos mutuamente.

 

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