Un Oscar a la política internacional – Andreina Mujica

Por: Andreina Mujica

Anora, sí, fue ANORA. Puro cine alternativo, sin necesidad de gastar millones y millones. Se puede hacer cine sin dejar al mundo entero con la boca abierta únicamente por un presupuesto descomunal. Flow, mejor película internacional, nos cuenta la historia de “ese gatete” que estremece y nos hace sentir una profunda admiración por el reino animal. Somos apenas sus subalternos. Esa es una película hecha en casa, entre amigos, inspirada y dedicada a perros y gatos.

Ese es el testimonio que nos deja la 97ª ceremonia de los Premios Óscar: elegante, sobria, equilibrada, consciente y, claro, con sus fallas y ausencias. El teatro Dolby de Los Ángeles se vistió de gala y de política antiabusadores de toda índole.

El presentador, Conan O’Brien, estuvo genuino, exacto en los tiempos y genial en sus comentarios. No tuvo que nombrar a Trump para criticar su cercanía con Vladimir Putin. Le bastó con comentar sobre el éxito de ANORA:

«Supongo que los estadounidenses están emocionados de ver que, por fin, alguien se enfrenta a un ruso poderoso».

También la actriz Daryl Hannah, quien subió al escenario para celebrar los 20 años de Kill Bill (Tarantino) y entregar el premio al mejor montaje, gritó «Slava Ukrayini», que significa «Gloria a Ucrania». Ha sido muy criticada por sus posiciones políticas, que deja claras en su cuenta de Instagram.

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El triunfo de Anora

La película Anora, dirigida por Sean Baker, fue la gran triunfadora de la gala al llevarse cinco premios, incluidas las codiciadas categorías de Mejor Película, Mejor Director, Mejor Actriz, Mejor Montaje y Mejor Guion Original.

¿Por qué esta tragicomedia sobre la vida de una trabajadora sexual cautivó a la Academia? Parece que hay sangre joven entre los votantes de Hollywood, a juzgar por los resultados de 2025.

Adrien Brody: 23 años después, otra estatuilla

Con una película que dura casi cuatro horas —aunque parecen dos—, Adrien Brody se suma al selecto grupo de actores que han recibido más de un Óscar a lo largo de su carrera (tan solo 11 lo han logrado). Tuvieron que pasar 23 años desde El Pianista (Roman Polanski) para que volviera a sostener la estatuilla dorada.

De interpretar al músico polaco de origen judío Władysław Szpilman, quien sobrevivió al Holocausto y la ocupación de Varsovia durante la Segunda Guerra Mundial, pasó a dar vida al arquitecto judío húngaro László Tóth. The Brutalist es un ejercicio físico y teórico sobre la violencia estructural que una clase social ejerce sobre otra, el dolor de emigrar sin soltar lo que somos y de dónde venimos. Además, es una enmienda al sueño americano y al capitalismo más salvaje, con el arte como telón de fondo.

La película también se llevó los premios a Mejor Fotografía y Mejor Banda Sonora, que nos acompaña a lo largo del metraje estremeciéndonos hasta los huesos.

En su discurso, Brody expresó:

«Estoy aquí, de nuevo, para representar el drama y la repercusión de la guerra, de la opresión sistemática, del antisemitismo y del racismo. Y rezo por un mundo más feliz, más sano y más inclusivo. Si hemos aprendido algo del pasado, es no dejar que el odio se descontrole. Luchemos por lo que es justo. Sonriamos y querámonos. Construyamos juntos».

Adrien Brody, 23 años después, sigue intentando concienciar a una parte de la humanidad desmemoriada.

Palestina estuvo presente

El documental No Other Land, de Basel Adra, Rachel Szor, Hamdan Ballal y Yuval Abraham, ganó el premio a Mejor Película Documental.

Adra, periodista y activista palestino, tomó la palabra para agradecer a la Academia y compartir su experiencia:

«Espero que mi hija no tenga que vivir la misma vida que yo vivo ahora, siempre temiendo la violencia, las demoliciones de casas y los desplazamientos a los que se enfrenta mi comunidad».

Por su parte, el periodista israelí Yuval Abraham expresó:

«Juntas, nuestras voces son más fuertes. Yo soy libre ante la ley, él no».

«Hay un camino diferente. Una solución política sin supremacía étnica… Y la política exterior de este país (Trump) está ayudando a bloquear este camino. ¿Por qué? ¿No ven que estamos entrelazados? ¿Que mi pueblo solo puede estar realmente seguro si el pueblo de Basel también lo está?»

Brasil bailó la noche de los Óscar

La película Aún estoy aquí (I’m Still Here), que narra la historia de una familia bajo la última dictadura brasileña (1964-1985), obtuvo un premio más que valorado y celebrado en estos tiempos oscuros.

Fernanda Torres ahora nos regalará más alegrías con un talento tan solo igualado al de su madre, Fernanda Montenegro. La dulzura del director Walter Salles solo confirma lo que ya sabemos: Brasil es un pequeño continente lleno de gente hermosa.

Los olvidados del In Memoriam

Vergonzoso que nombres como:

  • Silvia Pinal (Viridiana, El ángel exterminador)
  • Alain Delon (A pleno sol, Rocco y sus hermanos, El gatopardo, Borsalino)
  • Marisa Paredes (Todo sobre mi madre)
  • Michelle Trachtenberg (Gossip Girl, Buffy, cazavampiros)

fueran olvidados en la sección In Memoriam.

Son pilares del cine en sus respectivos países y fuera de ellos.

Un Oscar que marcará esta época de disparates políticos por parte del nuevo inquilino de la casa Blanca, nadie hubiese apostado a que llegaría a la presidencia una vez, pero repetirlo, eso si era improbable, como verán, la realidad siempre supera la ficción.

 

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