El éxito de Maduro: papelillo y farándula

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  Le ha ido bien al Gobierno frivolizando temas tan duros, importantes y letales como la inseguridad. Maduro, en lugar de afrontar realmente el problema, decidió barrer bajo la alfombra y le echó la culpa a las telenovelas. ¡Qué fácil es atacar a las telenovelas! Total, cuando alguien no tiene ya más nada que decir, le echa la culpa a las telenovelas.

  Ahora el detalle está en que el control que ejercen sobre los medios, ha hecho que esta especie -la tv como culpable de la violencia- haya progresado y terminemos hablando, en foros de todo tipo y a todo nivel, de las telenovelas. Y en definitiva la discusión es si hacen daño o no, o cuánto daño hacen o no hacen. Le salió bien la juagada al señor Maduro. Mientras, ni las cifras de inseguridad ni de muertos no bajan y el país está cada día más y más indefenso, con o sin telenovelas, con o sin televisión.

  El editorial de hoy de Tal Cual, con la firma de Fernando Rodríguez, alude a lo que llama “La Telenovela de Maduro”, y dice con mucho ingenio: “El cursi chavista viene del Derecho de Nacer mezclado con Venezuela Heroica pero el mal está en ese discurso de la agresión sistemática y sin límites como no habíamos conocido nunca. Una especie de Laura de América en política y es la clave de mucha de la violencia inducida, si el mundo se maneja a carajazo limpio, el real no el de los vaqueros o del maluquisimo de la novela, pues qué estamos esperando para darle al de la joyería”. Y entonces apunta a programas realmente violentos como el de Nolia, donde se hacía acompañar por la diputada Tania Díaz -que también habla de la paz ahora-; el programa de la Hojilla, de Mario Silva, que más violento no podía ser.

  Y el señor Maduro en medio de esto llama a una jornada por la paz, se hace bailoterapia en la Avenida Bolívar, se agarran las manos y no se aprueba el reglamento para poner coto a la anarquía de los motorizados. No se asume realmente el problema, por ejemplo, de la Ley Desarme, y hoy nos dice Rodríguez Torres: “Pareciera que hay una tendencia ya al consenso necesario para la eliminación absoluta del porte de armas, que ningún civil cargue armas”, cita textual que leo en El Universal.

  Es decir, en un país con millones de armas ilegales los malandros van a quedar reinando, porque, ¿acaso algún malandro tiene porte de arma, señor ministro? ¿Y por qué no desarma usted al que es el verdadero problema?

  Y ya que la televisión es la culpable de los males, Maduro ha puesto al frente de TVES al joven Winston Vallenilla. Es decir, él que salió de RCTV pasa ahora a dirigir TVES. ¡Muy bien! Acompañado nada menos que del actor Roberto Messuti quien, en un alarde de agudeza, dijo que: “la violencia la había comenzado en este país Rómulo Betancourt”.

   En fin, vamos a salir de abajo, ahora sí. Winston nos marcará el camino para hacer la buena televisión que requerimos con los nuevos valores. “Hoy Venezuela está reunida en un solo clamor: basta ya de violencia”, es el gran titular en el diario VEA atribuido a Maduro.

  Muy bien, les deseamos muchísimo éxito, pero para la próxima que sea algo en serio, no bailoterapia, papelillo y farándula.

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Un comentario

  1. Sr. Cesar Miguel. Muy cierto su editorial como todos los q ud., hace. pero despues de escucharlo me quedo con una profunda tristeza, xq todos sabemos lo que pasa, y quienes son los responsables, pero lo que quisiera oir es a un lider que nos guie, para salir de esta comiquita de pais.

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